El granallado implica impactos intensos a corta distancia. Se basa en medios abrasivos impulsados a alta velocidad para desprender recubrimientos, eliminar óxido e imperfecciones, modificar el acabado superficial, aumentar la resistencia a la fatiga y limpiar las piezas. Con toda esa energía cinética liberada, es natural preguntarse: ¿es peligroso el granallado?
En las manos adecuadas, el granallado es un proceso industrial muy controlado y seguro. Sin embargo, también conlleva riesgos si no se aborda con cuidado. Al comprender los riesgos involucrados y cómo mitigarlos, el granallado puede realizarse de forma segura y eficaz.
Peligros potenciales del granallado

Examinemos algunos de los peligros potenciales del chorro abrasivo para poder abordarlos adecuadamente:
Polvo en el aire
El arenado produce grandes cantidades de polvo que contiene sílice, una toxina que causa silicosis al inhalarse. El granallado es mucho más limpio, ya que el material está completamente contenido, pero los niveles de polvo en suspensión deben controlarse.
Exposición al ruido
El ruido constante de los compresores de aire y los impactos de los medios supera los niveles de exposición seguros. Es obligatorio el uso de protección auditiva.
Lesiones en los ojos
Los rebotes de los medios y el polvo pueden dañar los ojos sin protección. Las gafas de seguridad por sí solas no son suficientes. Es esencial usar protectores faciales o respiradores.
Cortes y contusiones
La carga o descarga incorrecta de piezas pesadas puede aplastar o cortar a los operadores. El impacto de los materiales sobre la piel desprotegida también provoca abrasiones dolorosas.
Mal uso del equipo
La falta de capacitación lleva a eludir los controles de seguridad o a utilizar incorrectamente los equipos, con riesgo de sufrir lesiones.
Peligros respiratorios
El polvo respirable, especialmente el que proviene de recubrimientos tóxicos como pintura con plomo que se eliminan mediante chorro de arena, plantea peligros respiratorios.
Mitigación de los peligros de los granallados
Dadas las múltiples maneras en que el granallado puede causar daños, es fundamental adoptar las precauciones y prácticas adecuadas para realizarlo de forma segura. Veamos algunas medidas clave para reducir el riesgo.
Encierro y contención
Los equipos de granallado deben cerrar completamente el área de granallado y utilizar colectores de polvo. Esto evita el escape de granalla, polvo residual y residuos, a la vez que permite su recuperación y reutilización. Las máquinas de granallado de cabina y de vacío ofrecen los máximos niveles de contención.
Equipo de Protección Personal (EPP)
Los operadores deben utilizar:
- Guantes de cuero gruesos para manipular piezas y medios.
- Protectores oculares fijados sobre gafas de seguridad para protección contra rebotes.
- Protección auditiva (tanto tapones como orejeras) diseñada para soportar ruidos altos y constantes.
- Respiradores filtrados para evitar la inhalación de polvo y toxinas.
- Mangas largas, gorros, protectores de cuello y espinilleras según sea necesario.
Monitoreo y Pruebas
Monitoree la calidad del aire para detectar polvo y toxinas, especialmente al retirar pinturas con plomo u otros recubrimientos peligrosos. La dosimetría del ruido puede identificar áreas que superan los niveles de decibelios seguros.
Procedimientos operativos adecuados
Siga las instrucciones de funcionamiento del fabricante sobre el tipo de material, la presión de las boquillas y los ciclos de limpieza. No anule ni desactive los bloqueos de seguridad. Manipule el material y las piezas correctamente para evitar tensiones.
Capacitación de los operadores
Cada operador de equipo debe recibir una capacitación integral sobre técnicas adecuadas de granallado, controles de máquinas, carga y descarga de piezas, uso de EPP y limpieza del área de trabajo.
Mantenimiento e Inspeccion
Inspeccione periódicamente la maquinaria de granallado y el EPI para detectar problemas que puedan poner en peligro a los operadores. Mantenga una limpieza y un orden adecuados.
Seguir precauciones, utilizar el equipo adecuado y mantenerse capacitado y alerta hace que el granallado sea seguro para los operadores, los transeúntes y el medio ambiente.
Peligros potenciales y sus soluciones
Ahora veamos más de cerca algunos peligros específicos y cómo combatirlos.
Peligro n.° 1: polvo en suspensión
Los peligros:
- El polvo de sílice procedente del chorro de arena provoca silicosis;
- El polvo de pintura tóxico proveniente del granallado es peligroso;
- El polvo de perdigones de acero irrita los ojos y los pulmones;
Las soluciones:
- Cambie a medios de acero en lugar de abrasivos de arena siempre que sea posible;
- Utilice cabinas de granallado con colectores de polvo para contener los residuos;
- Use respiradores para evitar la inhalación de polvo;
- Monitorear la calidad del aire y ventilar las áreas de trabajo;
La gestión adecuada del polvo mantiene una calidad del aire segura y previene enfermedades crónicas derivadas de la exposición a sustancias tóxicas.
Peligro n.° 2: ruido excesivo
Los peligros:
- Niveles de ruido variables de 60 dB a más de 120 dB
- Daños y deterioro auditivo permanentes
Las soluciones:
- Encierre el equipo para amortiguar el sonido
- Instalar deflectores de sonido en salas de explosión
- Se requiere protección auditiva: tapones y orejeras
- Realizar un seguimiento del nivel de ruido de los trabajadores
- Limite el tiempo de exposición en áreas con mucho ruido
Seguir un programa integral de conservación de la audición preserva la salud auditiva del operador.
Peligro n.° 3: lesiones oculares
Los peligros:
- Polvo, medios y virutas de pintura que rebotan
- Ceguera, abrasión corneal por desechos
Las soluciones:
- Protectores faciales sobre gafas de seguridad para una protección completa.
- Ventanas de protección transparentes que permiten visibilidad dentro de las salas de explosión
- Distancias de funcionamiento y posicionamiento seguros
Los protectores oculares y los respiradores funcionan al unísono para proteger los ojos y la cara de los impactos de explosiones y del polvo.
Si bien el granallado es un proceso inherentemente peligroso, la variedad de medidas de seguridad disponibles, combinadas con técnicas de operación, capacitación y equipos adecuados, lo hacen bastante seguro para los trabajadores. Comprender y controlar los riesgos es fundamental.
Conclusión
Con un enfoque en la contención, el EPI, la monitorización, la formación y las mejores prácticas, los operadores pueden granallar de forma eficiente y cómoda durante toda la jornada. Además, los controles de ingeniería, como las cabinas de granallado y los sistemas automatizados de recuperación de medios, siguen mejorando la seguridad. Empresas como ATHi ofrecen equipos de granallado llave en mano centrados en la productividad y la protección del usuario.
Así pues, aunque el granallado parezca intenso a primera vista, sus peligros son totalmente controlables con las precauciones adecuadas. De hecho, el granallado abrasivo es mucho menos arriesgado que el granallado al aire libre o métodos alternativos como el decapado químico o el amolado. El respeto por el proceso y el uso de equipos modernos de seguridad garantizan un funcionamiento sin problemas.