Los tanques de arenado requieren una limpieza regular para mantener el material libre de contaminantes y obtener resultados de arenado consistentes. Si bien es una tarea tediosa, limpiar un tanque de arenado ahorra tiempo y dinero en comparación con superficies dañadas o reparaciones de equipos. Siga los pasos clave para limpiar un tanque de arenado de forma segura y eficiente.
Comprender la importancia de la limpieza de tanques
Es tentador ahorrar tiempo en la limpieza de tanques con chorro de arena cuando hay plazos. Sin embargo, posponer la limpieza conlleva problemas como:
La acumulación de residuos que contaminan la calidad y el rendimiento del granallado es un problema común en entornos industriales. Con el tiempo, los medios utilizados en procesos como el arenado o el granallado pueden acumularse partículas y contaminantes indeseados, lo que compromete su eficacia y la calidad del producto final. Los técnicos cualificados deben ser capaces de identificar el origen de esta acumulación de residuos, ya sea del entorno, de los materiales procesados o del propio equipo. Mediante la implementación de protocolos robustos de gestión de medios, que incluyen la monitorización, la filtración y la sustitución periódicas, se puede garantizar que los medios mantengan un rendimiento óptimo, ofreciendo resultados consistentes y de alta calidad.
Las tuberías obstruidas que impiden el flujo adecuado del medio filtrante son otro problema que puede afectar significativamente la eficiencia y la eficacia de los procesos industriales. Cuando las tuberías, mangueras u otros componentes responsables del transporte del medio filtrante se obstruyen, el flujo puede interrumpirse, lo que provoca una cobertura desigual, una aplicación inconsistente y posibles daños al equipo. Los técnicos experimentados deben ser expertos en identificar las causas de estos bloqueos, ya sea por acumulación de material, desgaste o defectos de diseño. Al abordar y resolver estos problemas con prontitud, pueden restablecer el flujo fluido y constante del medio filtrante, garantizando un rendimiento óptimo y minimizando el tiempo de inactividad.
La corrosión de las superficies interiores por contacto con la humedad es un problema común en industrias donde los equipos y materiales están expuestos a ambientes húmedos o mojados. Con el tiempo, la exposición a la humedad puede deteriorar los componentes internos, comprometiendo su integridad estructural y funcionalidad. Los técnicos cualificados deben ser capaces de detectar y diagnosticar el alcance de esta corrosión, así como de implementar estrategias de remediación eficaces. Esto puede implicar el uso de recubrimientos y selladores especializados, o incluso la sustitución de piezas gravemente dañadas para evitar una mayor degradación y garantizar la fiabilidad a largo plazo del equipo.
El daño del recubrimiento de los tanques por abrasión, que favorece la oxidación, es un desafío que requiere un conocimiento profundo de la ciencia de los materiales y la dinámica de los procesos industriales. El impacto y la fricción repetidos que sufren las superficies de los tanques pueden provocar la degradación de los recubrimientos protectores, exponiendo el metal subyacente al riesgo de oxidación y formación de óxido. Los técnicos experimentados deben ser capaces de evaluar el grado de daño, identificar las causas raíz e implementar las medidas adecuadas de reparación o reemplazo para restaurar la integridad del tanque y evitar un mayor deterioro. Esto puede implicar la aplicación de nuevos recubrimientos, el uso de materiales resistentes a la abrasión o la implementación de modificaciones del proceso para minimizar el desgaste de las superficies del tanque.
El deterioro de la función del recuperador, incapaz de cribar adecuadamente los finos, es un problema crítico que puede tener consecuencias de gran alcance en la eficiencia y la calidad general de los procesos industriales. Los recuperadores desempeñan un papel vital en la separación y recuperación de medios reutilizables de los materiales de desecho, garantizando un suministro constante y fiable de los materiales necesarios. Cuando el rendimiento del recuperador se ve comprometido, la incapacidad de eliminar eficazmente las partículas finas puede provocar contaminación, una menor calidad de los medios y resultados subóptimos del proceso. Los técnicos cualificados deben ser capaces de diagnosticar las causas subyacentes de esta degradación, ya sea por problemas mecánicos, desgaste o limitaciones de diseño, e implementar las soluciones adecuadas para restaurar la funcionalidad del recuperador y mantener la integridad de los medios.
Intentar chorrear con medios contaminados da como resultado una limpieza deficiente, superficies irregulares y posibles daños en las piezas. Una tubería obstruida puede interrumpir la producción con mangueras rotas o problemas con los equipos. Permitir la corrosión favorece fugas o fallos en los tanques.
Las limpiezas regulares eliminan los contaminantes antes de que afecten el funcionamiento del tanque y la calidad de los resultados. La calidad constante del medio filtrante evita la repetición de trabajos y proporciona una fiabilidad del proceso.
Planificación de la limpieza
Una planificación cuidadosa garantiza un proceso de limpieza ordenado y minucioso:
Programe de manera eficiente
Limpie durante las paradas de producción planificadas para minimizar el impacto. Deje suficiente tiempo sin apresurar el proceso.
Apoyo coordinado
Informar a otros departamentos, como mantenimiento, para planificar solicitudes como el suministro de aire comprimido.
Reunir suministros
Reúna todas las herramientas, soluciones de limpieza, equipo de protección e iluminación necesarias para una limpieza completa. Tener suficientes trapos de limpieza acelera el proceso.
Configurar el acceso
Vacíe y abra completamente el tanque. Utilice aparejos si es necesario para acceder a espacios reducidos, como el fondo del tanque. Es fundamental contar con una iluminación adecuada.
Cuanto mejor organizado esté el plan de limpieza, más fluido resultará el proceso de limpieza del tanque.
Drenaje y extracción de componentes internos
Comience la limpieza drenando por completo los medios y residuos viejos:
- Retire todos los componentes de la sala de mosquiteros, como el recuperador, las tuberías y las mosquiteras.
- Abra todas las válvulas y salidas del tanque para maximizar el drenaje.
- Utilice palas y cubos para granos para limpiar los residuos de los orificios de drenaje.
- Retire los residuos manualmente o utilice una aspiradora según sea necesario.
- Desaloje cualquier medio compactado que obstruya los orificios de drenaje con una barra.
Con el tanque vaciado, retire también los componentes internos clave:
- Desatornille y retire todas las pantallas o deflectores internos del tanque.
- Extraer las luminarias para su limpieza y sustitución de bombillas.
- Retire instrumentos como sensores de nivel o válvulas para inspeccionarlos.
- Desconecte y retire la válvula de alivio de presión.
- Desatornille todos los refuerzos o accesorios internos grandes.
Esto permite un acceso completo para limpiar las superficies interiores.
Limpieza de superficies interiores
Con el tanque vaciado, concéntrese en eliminar los contaminantes acumulados que cubren las superficies interiores:
Disolventes y desengrasantes
Aplique disolventes con pulverizadores, trapos o brochas para humedecer y disolver los depósitos aceitosos y las acumulaciones de residuos. Deje que los disolventes se absorban antes de retirarlos con brocha.
Lavado a presión
Utilice una lanza de hidrolavadora para fregar todas las superficies y esquinas interiores. Coloque la boquilla para una limpieza a fondo en espacios reducidos.
Tiras abrasivas
Para depósitos de sarro gruesos, fije tiras abrasivas a los postes de extensión para fregar áreas superiores y pisos difíciles del tanque.
Aspiradora
Utilice una aspiradora para líquidos y sólidos para extraer los residuos sueltos de los rincones del tanque. Una escobilla de goma ayuda a recoger toda la humedad.
Aire Comprimido
Limpie las zonas con humedad atrapada con lanzas de aire comprimido. Coloque las herramientas neumáticas de forma que lleguen a zonas confinadas.
Retire completamente todos los residuos y depósitos visibles de las superficies interiores del tanque, de arriba a abajo, para capturar toda la contaminación y evitar que se reintroduzca en el medio.
Inspección y reparación de defectos
Con las superficies del tanque purgadas de depósitos, inspecciónelas de cerca para detectar cualquier signo de desgaste o corrosión:
- Integridad del tanque Revise las soldaduras, costuras y juntas para detectar grietas o poros por donde pueda filtrarse el material. Marque las áreas que necesiten ser soldadas.
- Revestimientos Revise si los revestimientos interiores del tanque están dañados o erosionados, lo que podría provocar corrosión. Lije y retoque las áreas afectadas.
- boquillas Inspeccione las boquillas de entrada del material para detectar desgaste. Reemplace las que tengan aberturas agrandadas o deformadas que interrumpan el flujo del material.
- Pantallas Revise las rejillas deflectoras internas para detectar aberturas o perforaciones que permitan la migración de finos. Repare los agujeros más grandes o reemplace las rejillas según sea necesario.
Al limpiar incluso pequeñas áreas comprometidas, se restaura el tanque para un flujo de medios óptimo y la protección del equipo.
Reensamblaje y prueba
Antes de llenar el medio y reiniciar el granallado, realice el reensamblaje y la validación finales:
- Reinstale toda la iluminación, sensores, pantallas, válvulas y plomería.
- Pruebe la presión a 1.5 veces la presión máxima de operación. Repare cualquier fuente de fuga.
- Confirme el funcionamiento correcto de la válvula de alivio de presión.
- Verifique la dureza del curado y la adherencia de las áreas recién pintadas.
- Inspeccione los controles de seguridad, como los interruptores de apagado por baja potencia.
- Verifique el funcionamiento suave de la válvula y del control del flujo del medio.
- Revise cuidadosamente la iluminación, los sensores y los puentes grúa.
- Retire todas las herramientas, trapos o equipos utilizados en la limpieza.
Una inspección y prueba exhaustiva del tanque después de la limpieza evita problemas operativos o daños al reiniciar la voladura.
Conclusión
La limpieza regular de los tanques de arenado es fundamental para mantener el rendimiento, prevenir la contaminación abrasiva y maximizar la vida útil del equipo. Una planificación adecuada, el drenaje de los componentes, la limpieza de todas las superficies, la inspección de defectos y las pruebas exhaustivas garantizan que los tanques se mantengan optimizados para obtener resultados de productividad y calidad. El mantenimiento constante de los tanques evita tiempos de inactividad y repeticiones de trabajos derivados de equipos desatendidos.