¿El polvo producido por granallado es explosivo?

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El granallado elimina rápidamente la pintura, limpia la corrosión y altera el acabado superficial mediante el impacto de medios abrasivos. Sin embargo, el proceso también genera enormes cantidades de polvo, de más de miles de kilos por hora. Este polvo representa un riesgo de explosión en las condiciones adecuadas.

¿Es el polvo de granallado realmente explosivo? ¿Y cómo pueden los operadores gestionar los riesgos? Hablemos de ello.

La naturaleza combustible del polvo de voladura

La mayoría de los polvos de abrasivos, como el acero y el aluminio, no son intrínsecamente inflamables ni explosivos. Sin embargo, al dispersarse en el aire, estas finas partículas pueden provocar una devastadora explosión de polvo en las circunstancias adecuadas. El diminuto tamaño de las partículas y la densidad de la nube son factores críticos.

Aunque el polvo de madera, harina y productos agrícolas suele ser lo primero que viene a la mente, también se producen explosiones de polvo metálico en muchas instalaciones anualmente. En particular, el polvo de metales más ligeros como el aluminio, el magnesio y el titanio supone un alto riesgo. Lo mismo ocurre con el polvo de carbono procedente de recubrimientos y plásticos.

El riesgo más cercano puede ser el polvo producido al eliminar pintura, óxido y revestimientos mediante chorro abrasivo. Por lo tanto, identificar posibles factores explosivos permite la mitigación mediante el diseño de las instalaciones, la selección de equipos y las prácticas de trabajo seguras. Examinemos la mecánica de una explosión de polvo y sus principales riesgos.

Elementos de una explosión de polvo

Se requieren tres ingredientes clave para que exista un peligro de polvo explosivo:

Polvo combustible

Partículas finamente dispersas de menos de 420 micras provenientes de metales, carbono, plásticos, madera, biorresiduos y otros materiales. Su alta superficie favorece la ignición.

Concentración suficiente

El polvo disperso en el aire a densidades suficientemente altas se vuelve explosivo. Tan solo 0.35 oz de polvo por pie cúbico excede los niveles seguros.

Fuente de ignición

El calor, las chispas, la descarga electrostática, la fricción u otra fuente de ignición inician la reacción explosiva.

Con el tamaño de partícula, la densidad de nube, la dispersión y un detonante adecuados, como una chispa, el polvo arde rápidamente y genera inmensas ondas de calor y presión. Esto crece exponencialmente hasta convertirse en una explosión autosostenida a medida que el polvo disperso se enciende por el calor.

El polvo y los escombros secundarios que se dispersan por el aire también pueden incendiarse, causando explosiones cada vez más intensas. Sin medidas de mitigación, estas reacciones en cadena pueden arrasar edificios enteros.

¿Dónde se enfrentan los blasters a riesgos de explosión?

Las instalaciones que manipulan polvo combustible fino enfrentan los mayores riesgos si:

  • El chorro abrasivo seco genera una cantidad sustancial de polvo que contiene metales o carbono.
  • Las explosiones se producen en interiores o en espacios confinados o mal ventilados.
  • Con el tiempo, se acumula una cantidad importante de polvo en pisos, vigas y equipos.
  • Los sistemas de procesamiento y recuperación de polvo, como las cámaras de filtros, están expuestos a chispas.
  • Existen otras fuentes de ignición cerca del área de explosión o del colector de polvo.

El chorreado abrasivo prolongado en interiores produce polvo en suspensión que se deposita en todas las superficies. A medida que esta capa de polvo se acumula, cualquier chispa puede desencadenar una reacción en cadena masiva si las concentraciones son lo suficientemente altas.

Mitigación de posibles explosiones de polvo de voladura

El control eficaz del polvo y la limpieza son fundamentales. A continuación, analizaremos estrategias específicas para controlar los peligros del polvo de explosión.

Sustitución

Cuando sea posible, cambie a medios abrasivos menos explosivos, como ciertos materiales de escoria, perlas de vidrio, plástico o materiales de mayor densidad que generen menos polvo en el aire.

Ventilación y recolección de polvo

Utilice colectores de polvo, como filtros de mangas, para capturar partículas suspendidas en el aire, evitando su acumulación en las superficies. Asegúrese de que la ventilación sea adecuada para disipar las concentraciones.

Evitar fuentes de ignición

Se prohíben las llamas abiertas, las chispas, los equipos eléctricos no autorizados, la acumulación de estática y otros desencadenantes de ignición en el área de explosión y en los equipos de manipulación de polvo.

Aislamiento de equipos

Separe los equipos de granallado y recuperación de medios de los colectores de polvo y otras maquinarias posteriores mediante habitaciones separadas o separadas para limitar la propagación del incendio.

Limpieza y limpieza

Limpie a fondo las superficies de toda la zona de granallado para evitar la peligrosa acumulación de polvo con el tiempo. Siga un programa de limpieza y asegúrese de eliminar el polvo correctamente.

La formación del personal

Capacitar al personal para que siga procedimientos estrictos que controlen la generación de polvo, minimicen los riesgos de ignición, manipulen los abrasivos adecuadamente y mantengan las áreas de trabajo ordenadas.

Medidas específicas para prevenir explosiones de polvo de voladura

Más allá de la mitigación general, aquí se presentan algunas prácticas recomendadas operativas específicas:

  • Realizar muestreos de polvo para identificar la explosividad de las partículas.
  • Realice tareas de limpieza al menos una vez al día si el polvo se acumula rápidamente
  • Utilice conductos y materiales conductores conectados a tierra para disipar las cargas estáticas
  • Ubica las válvulas de alivio en los colectores de polvo y aíslalas de los trabajadores.
  • Utilizar sistemas de manipulación de polvo diseñados específicamente y probados para concentraciones mínimas explosivas.
  • Siga los niveles de llenado de medios recomendados por los fabricantes en los recipientes de granallado.
  • Suspenda las explosiones si la visibilidad se degrada debido a las densas nubes de polvo.
  • Coloque a los trabajadores de forma segura lejos de posibles puntos de inflamación.
  • Proporcionar sistemas de detección y supresión de chispas.
  • Almacene los productos inflamables lejos de áreas de explosión y posibles fuentes de ignición.
  • Utilice herramientas y equipos conectados a tierra que no produzcan chispas cuando sea necesario
  • Apague los sistemas correctamente antes de cualquier mantenimiento para evitar el exceso de polvo.

Si bien el polvo abrasivo requiere precaución, la vigilancia constante y los controles de ingeniería pueden mantener condiciones de trabajo seguras.

Conclusión

Si bien los medios abrasivos en sí no son explosivos, la gran cantidad de polvo generado puede generar riesgos considerables si se acumula. En particular, el polvo fino de metal, carbono, plástico y compuestos requiere precaución y control.

Con la selección adecuada de equipos, el diseño de las instalaciones, el mantenimiento, la capacitación y las prácticas operativas, el polvo de granallado se puede contener de forma segura. Sin embargo, descuidar los riesgos del polvo puede provocar una catástrofe.

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